
Hace muchos años, los cangrejos eran unos animalitos normales, como los que corren por el campo. Pero ellos querían ser especiales y le pidieron al Creador que los hiciera completamente al revés de como estaban hechos.
Él lo tomó como una oportunidad de enseñarles una lección e hizo lo que le pedían. Agarró su esqueleto y lo puso por fuera, con todas las partes blandas dentro. Cambió sus patas fuertes por un montón de patitas delgadas, poniendo sus mandíbulas en la punta de sus brazos. Los sacó de la tierra para ponerlos en el mar. Los hizo caminar hacia atrás. Y si los escucharas hablar, sabrías que todo lo dicen al revés. Pero se equivocó en algo: los cangrejos no aprendieron la lección, porque fueron enormemente felices y especiales siendo lo contrario a un animal común.
Relato de Fernando De Gregorio
Ilustración: Marta García Pérez
